Caperucita, de camino a casa de su abuelita, se encuentra con el lobo en medio del bosque y le dice:
– Lobo feroz, ¡Qué orejas más coloradas tienes!
– Sí…. Responde el lobo un poco molesto.
– Lobo, ¡Qué cara más roja tienes!
– Sí…
– Y… ¡Qué hinchadas tienes las venas del cuello!
– Sí…. Responde el lobo cada vez más enojado.
– Lobo, ¡Qué abiertos tienes las ojos!
– ¡Siíííííííííííí!
– Lobo, ¡Qué apretados tienes los dientes!
El lobo ya cansado de las palabras de Caperucita y con ganas de perderla de vista le dice:
– Caperucita, ¿¿¿Podrías irte y dejarme cagar en paz???
¿Te ha gustado nuestra divertida versión del cuento de Caperucita y el lobo? Si es así, compártelo con tus amigos, a través de las redes sociales, para que ellos también pasen un divertido rato.